-¡Ooooo! ¡Edward! ¡Han llegado las fotos!- Grité- ¡Ahora tienes que creerme!
Edward no levantó la mirada- Tiene que estar por aquí...- murmuro, mirando debajo de un florero.
Suspiré. Ya no tenía porque esconderlo... -Bucky, ahora tu Volvo le pertenece a una niña pequeña. Tengo fotos que lo prueban. No seas como Oswald.
-¡El unicornio psicópata!- dijo Bonnie.
-¡Correcto!- Premié a Bonnie con una estrella dorada- Oh, Edward. Edward, Edward, Edward... Espera a que veas lo que ha hecho con él...
Me arrebató las fotos y las fue mirando una a una- ¡No! ?No! ¿Cómo ha podido?- gritó, cayendo de rodillas- Todo el mundo sabe que un Volvo rosa es... ¡NOOO! ¿Lentejuelas? Oh Dios... oh no... ¿¡Porque!? ¿¡Porque yo?! Que he hecho para merecer... Pompones ¡no! ¡Noooo!- desgarró las fotos, corrió a su habitación y aporreó al puerta.
-3... 2... 1...
-¡AHHHHHHH! ¡ESTAN POR TODAS PARTES! ¡POR TODAS PARTES!
-He empapelado la habitación.- Dije felizmente. El papel de la pared es lo único que los vampiros no pueden destruir- No tienes que agradecérmelo- Canté- Ahora tu habitación tiene un tema.
-¡AHHHHH!
-Awww...- Le dije a Alice, que pasaba por aquí- Está tan feliz.
En este momento, Bella se levantó. Estaba horrorosa. Más que Oswald en un mal día. Se estaba agarrando la cabeza como si se tratara de la llave para el reino de los unicornios.
-Oww... Tú me has hecho esto- Me dijo cuando pasó a mi lado empujándome- Estúpido vampiro con acceso a alcohol obsesionado con los unicornios...- Y más murmullos.
-¿Has dormido bien?- Pregunté, entrando a la cocina.
No me respondió.
Edward no levantó la mirada- Tiene que estar por aquí...- murmuro, mirando debajo de un florero.
Suspiré. Ya no tenía porque esconderlo... -Bucky, ahora tu Volvo le pertenece a una niña pequeña. Tengo fotos que lo prueban. No seas como Oswald.
-¡El unicornio psicópata!- dijo Bonnie.
-¡Correcto!- Premié a Bonnie con una estrella dorada- Oh, Edward. Edward, Edward, Edward... Espera a que veas lo que ha hecho con él...
Me arrebató las fotos y las fue mirando una a una- ¡No! ?No! ¿Cómo ha podido?- gritó, cayendo de rodillas- Todo el mundo sabe que un Volvo rosa es... ¡NOOO! ¿Lentejuelas? Oh Dios... oh no... ¿¡Porque!? ¿¡Porque yo?! Que he hecho para merecer... Pompones ¡no! ¡Noooo!- desgarró las fotos, corrió a su habitación y aporreó al puerta.
-3... 2... 1...
-¡AHHHHHHH! ¡ESTAN POR TODAS PARTES! ¡POR TODAS PARTES!
-He empapelado la habitación.- Dije felizmente. El papel de la pared es lo único que los vampiros no pueden destruir- No tienes que agradecérmelo- Canté- Ahora tu habitación tiene un tema.
-¡AHHHHH!
-Awww...- Le dije a Alice, que pasaba por aquí- Está tan feliz.
En este momento, Bella se levantó. Estaba horrorosa. Más que Oswald en un mal día. Se estaba agarrando la cabeza como si se tratara de la llave para el reino de los unicornios.
-Oww... Tú me has hecho esto- Me dijo cuando pasó a mi lado empujándome- Estúpido vampiro con acceso a alcohol obsesionado con los unicornios...- Y más murmullos.
-¿Has dormido bien?- Pregunté, entrando a la cocina.
No me respondió.
-¿Te ha comido la lengua el unicornio?
-Vete.
-No- Salto. Salto.
-Piérdete.
-Pero yo conozco muy bien esta casa. Además, tengo una brújula. Mike me la dió- Salto. Salto. Me pregunto como estará Mike. Puede que deba visitarlo en el hospital...
-¿Qué tengo que decir para que te vayas?- murmuro.
-Ok...-Pensé- Adivina quien soy.
-¿Rupert?
-Nop- Salto. Salto.
-¡Oooo! Ya sé!- Gritó Bonnie con la mano levantada- ¡Elígeme! ¡Elígeme!
-¿Bruno?
-No- Salto. Salto. Chica estúpida, le estoy dando la pista aquí mismo. Salto. Salto.
-¡Por todos los unicornios! ¡No le preguntes a ella! ¡Pregúntame a mí! ¡Parezco tonta si me quedo aquí levantando la mano y nadie me hace caso!- gritaba Bonnie.
-Ummm...- Bella se sirvió un poco de café.
-Solo un intento más...- La advertí. Salto. Salto.
-Vete.
-No- Salto. Salto.
-Piérdete.
-Pero yo conozco muy bien esta casa. Además, tengo una brújula. Mike me la dió- Salto. Salto. Me pregunto como estará Mike. Puede que deba visitarlo en el hospital...
-¿Qué tengo que decir para que te vayas?- murmuro.
-Ok...-Pensé- Adivina quien soy.
-¿Rupert?
-Nop- Salto. Salto.
-¡Oooo! Ya sé!- Gritó Bonnie con la mano levantada- ¡Elígeme! ¡Elígeme!
-¿Bruno?
-No- Salto. Salto. Chica estúpida, le estoy dando la pista aquí mismo. Salto. Salto.
-¡Por todos los unicornios! ¡No le preguntes a ella! ¡Pregúntame a mí! ¡Parezco tonta si me quedo aquí levantando la mano y nadie me hace caso!- gritaba Bonnie.
-Ummm...- Bella se sirvió un poco de café.
-Solo un intento más...- La advertí. Salto. Salto.
-¡Si pierdes esta, mis chicos y yo atacaremos! En serio. ¿Sabes lo duro que se pone un pan si esta en la nevera durante 5 años?
-Ok- dijo Bella, tomando un trago de café- Estoy lista. Creo que eres...¿Tú? ¿Hoy solo eres Emmett?
-¡TE LO HE ADVERTIDO!- gritó Bonnie, saltando de mis brazos y tirándose encima de Bella -¡Siente el dolor estúpida chica no conocedora sobre los unicornios!
-¿Entonces quien eres, Emmett?- Preguntó, ignorando a Bonnie que se estaba comiendo las uñas.
-Soy... ¡KONGEE!
-Yo... mordisco... lo... mordisco... sabía... mordisco.
-¿Quien es Kongee?
Bonnie y yo suspiramos.
-Kongee- Respondí- Es el unicornio intermedio. Su mayor ambición es ser...
-...un Canguro profesional- acabó Bonnie, que había acabado con las uñas y se estaba mordiendo el codo.
-¿Hola? ¿Los saltos?- Salto. Salto.
-Huh- Bella se encogió de hombros -Es bueno saberlo. Tengo que ir a reconfortar a Edward. Va a necesitar mucho consuelo.
-¡Ooooo! ¡Oooo! ¡Elígeme! ¡Soy una consoladora genial!- Yo sería genial. Ya podía verlo. Un sofá. Edward tumbado en él, profesando su eternal pasión por los unicornios...
-Ya te llamaremos- Dijo ella, subiendo arriba con Bonnie mordiéndose el codo.
Ahhg.
Ahora estoy aburrido.
Así que saqué la... La…
-La lista- Susurró Jasper que pasaba a mi lado.
-Numero... ¡CINCO! 5. Haz que se te caiga un bolígrafo y cuando alguien lo vaya a recoger, grita, "¡Es mío!" Pura genialidad.
Como iba al hospital, decidí ir a visitar a Mike. Tío, Pensé. Mike tiene suerte de tener un amigo como yo.
En el ascensor habían dos personas cuando entré. Eran muy raros.
Un tío estaba vistiendo esa... cosa. Era largo y negro y estaba tapando la garganta, como una cola que le salía del cuello... pero era azul. ¿Y la mujer? En serio, ¿qué eran esas cosas que llevaba en los zapatos? ¡Ahhh! Estoy seguro de que Alice lo dijo una vez... ¡Tarta de carne! Eso era. Aunque podrían ser de otra cosa... Mujeres. Pufff.
-Uniola- Les salude.
-¿Pardon?”¿
Ahhg.
Obviamente eran extranjeros.
-¡Gutentag!- Ja ja. ¡Sabia que acerté al hacer que Bella me leyera las servilletas de los 'Fritz's Wieners' sin pagar!
El chico de la cola en el cuello dijo- ¡Ah! ¿Wie geht's?
Um... Piensa en wieners... piensa en wieners... ¡Oh no! No pienses en wieners... Um... -Tinggy tongy tooby bob- ¡Siiiii! Soy muy listo.
-¿Entschuligung. Ich verstehe nicht...?
Uh oh... piensa en una distracción... Debería hacer la lista ahora... Me metí la mano en el bolsillo para coger el bolígrafo que... olvidé. Todo lo que tenia era una salchicha mohosa... ugh... salsa... no... frankfurt... bueno. Lo haré con la salchicha. La tiré.
Cayó al lado de la mujer con las tartas en los pies.
-¡Oh dios!- grito- ¡Que hace! El chico alemán... ha...
-¡Es mío!- Canté con voz de opera.
Su marido vio la salchicha -Es… es… su...- ¡Y se desmayó! Allí tirado, tan patético como Cindy, su cola del cuello por encima de su cara. ¡Ja! Como me reí.
-¡Cariño! ¡Oh dios mío! ¡Enfermera! ¡Doctor! ¡Ayuda!
-¿Quieres un poco de manteca de cacahuete?- Le ofrecí.
Negó con la cabeza.
-¡Es crujieeenteee!- La tenté.
-¿Estas bien?- Preguntó a su marido.
-Oh. Solo era algo que olvidé comer. ¡Ah! Déjame ayudar- Le puse manteca de cacahuete al marido en la cara.
-¿Algo... algo que olvidaste... comer?- Se volvió mas verde que Lola cuando vió a Oswald comerse el pie derecho de Bucky.
-Ajá. Tengo dos. Me comí un bote y estaba guardando este para luego pero supongo que lo olvidé- Le explique- Hmmm, la manteca parece que no esta funcionando... a lo mejor necesitamos zumo...
-Tu tenias… ¿dos?
Me sonrojé. Bueno... no. No me sonrojé. Pero si yo fuera Bella, por todos mis muertos que estaría sonrojado -Lo se, lo se. Soy codicioso- Osea... ¡Ni siquiera me gustan las salchichas! Solo le hice a Edward comprarme una cuando le llevé a su cita con Cindy, porque, de verdad, necesita gastarse su dinero en algo más que no sea en limpiador de pianos...
-¿Qué… Qué esta pasando? ¿Dónde esta la…- El hombre de la cola abrió los ojos y.... ¡Bing! ¡Sonó la comadreja! Quiero decir... sonó el ascensor. Nota para mi mismo: Conseguir esa misteriosa comadreja...
-Vamos cariño... vámonos de aquí...- Dijo la rara mujer verde, dándome una mirada asesina.
-Disfruten la manteca de cacahuete!- Les dije.
¿Qué hago ahora?
No tenia ganas de volver a casa, así que me puse una bata de doctor y dije -¡EMERGENCIA! ¡EMERGENCIA EN LA HABITACION 368! ¡SI, LA DE LA DERECHA EN EL ULTIMO PISO! ¡NECESITARé A TODAS LAS ENFERMERAS! ¡MUEVANSE, ZORRAS, MUEVANSE!
Entonces fui a la sala de enfermeras y jugué con las cosas esas negras que parecen auriculares.
Muy divertido.
Pero me sentía como... como si me hubiera olvidado de algo... ¡MIKE! ¡Tenia que visitarlo! Miré su ficha en el ordenador. Resulta que Mike es más raro de lo que pensaba. El mundo tenía derecho a saberlo. Así que lo imprimí.
¡A la habitación de Mike!
-....y entonces, ¿quÉ crees que se saca del bolsillo? Una salch...
-Ejem- Sonreí amistosamente.
-¡AHHH! ¡Es él!
-No pasa nada mamÁ, él es...
-¿Mamá? ¡¿Eres la madre de Mike?!- Pregunté. Bueno, eso explica por qué estaba verde, Sabiendo la... ‘Condición’ de Mike.
-¡Aahhgg!- gritó Mike, cogiéndose el estomago.
-¡El chico alemán!- Gritó el padre de Mike.
-Estoy confundido- Admití -Y cuando estoy confundido me escondo en la ducha de Bella. Así que… adiós.
Y me fui galopando.
Ahhhh... La dulce ducha de Bella con olor a fresas. Tan relajante... Tan frutal...
-¿QUÉ ESTAS HACIENDO AQUI?
-¡Oh! Hola Charlie- Cerré la botella de champú de Bella -Hmmm, bonito nombre. Chaaarlie. Jeje. ¡Cha-a-arlie!
Se puso furioso- ¡FUERA!
-Oh. ¿Estamos jugando a baseball de ducha? ¡Oooh! ¡Oooh! ¿Puedo ser James? ¿Por favor? ¡Sí! Y la botella de champú puede ser Bella, porque huele bien, y...
-¡¡FUERA DE MI CASA YA MISMO O HAGO QUE TE TRAGUES LA BOTE...
-Edward es stripper- Le dije de pronto.
-¿Qué?
Y me fui corriendo.
Jeje.
-Ok- dijo Bella, tomando un trago de café- Estoy lista. Creo que eres...¿Tú? ¿Hoy solo eres Emmett?
-¡TE LO HE ADVERTIDO!- gritó Bonnie, saltando de mis brazos y tirándose encima de Bella -¡Siente el dolor estúpida chica no conocedora sobre los unicornios!
-¿Entonces quien eres, Emmett?- Preguntó, ignorando a Bonnie que se estaba comiendo las uñas.
-Soy... ¡KONGEE!
-Yo... mordisco... lo... mordisco... sabía... mordisco.
-¿Quien es Kongee?
Bonnie y yo suspiramos.
-Kongee- Respondí- Es el unicornio intermedio. Su mayor ambición es ser...
-...un Canguro profesional- acabó Bonnie, que había acabado con las uñas y se estaba mordiendo el codo.
-¿Hola? ¿Los saltos?- Salto. Salto.
-Huh- Bella se encogió de hombros -Es bueno saberlo. Tengo que ir a reconfortar a Edward. Va a necesitar mucho consuelo.
-¡Ooooo! ¡Oooo! ¡Elígeme! ¡Soy una consoladora genial!- Yo sería genial. Ya podía verlo. Un sofá. Edward tumbado en él, profesando su eternal pasión por los unicornios...
-Ya te llamaremos- Dijo ella, subiendo arriba con Bonnie mordiéndose el codo.
Ahhg.
Ahora estoy aburrido.
Así que saqué la... La…
-La lista- Susurró Jasper que pasaba a mi lado.
-Numero... ¡CINCO! 5. Haz que se te caiga un bolígrafo y cuando alguien lo vaya a recoger, grita, "¡Es mío!" Pura genialidad.
Como iba al hospital, decidí ir a visitar a Mike. Tío, Pensé. Mike tiene suerte de tener un amigo como yo.
En el ascensor habían dos personas cuando entré. Eran muy raros.
Un tío estaba vistiendo esa... cosa. Era largo y negro y estaba tapando la garganta, como una cola que le salía del cuello... pero era azul. ¿Y la mujer? En serio, ¿qué eran esas cosas que llevaba en los zapatos? ¡Ahhh! Estoy seguro de que Alice lo dijo una vez... ¡Tarta de carne! Eso era. Aunque podrían ser de otra cosa... Mujeres. Pufff.
-Uniola- Les salude.
-¿Pardon?”¿
Ahhg.
Obviamente eran extranjeros.
-¡Gutentag!- Ja ja. ¡Sabia que acerté al hacer que Bella me leyera las servilletas de los 'Fritz's Wieners' sin pagar!
El chico de la cola en el cuello dijo- ¡Ah! ¿Wie geht's?
Um... Piensa en wieners... piensa en wieners... ¡Oh no! No pienses en wieners... Um... -Tinggy tongy tooby bob- ¡Siiiii! Soy muy listo.
-¿Entschuligung. Ich verstehe nicht...?
Uh oh... piensa en una distracción... Debería hacer la lista ahora... Me metí la mano en el bolsillo para coger el bolígrafo que... olvidé. Todo lo que tenia era una salchicha mohosa... ugh... salsa... no... frankfurt... bueno. Lo haré con la salchicha. La tiré.
Cayó al lado de la mujer con las tartas en los pies.
-¡Oh dios!- grito- ¡Que hace! El chico alemán... ha...
-¡Es mío!- Canté con voz de opera.
Su marido vio la salchicha -Es… es… su...- ¡Y se desmayó! Allí tirado, tan patético como Cindy, su cola del cuello por encima de su cara. ¡Ja! Como me reí.
-¡Cariño! ¡Oh dios mío! ¡Enfermera! ¡Doctor! ¡Ayuda!
-¿Quieres un poco de manteca de cacahuete?- Le ofrecí.
Negó con la cabeza.
-¡Es crujieeenteee!- La tenté.
-¿Estas bien?- Preguntó a su marido.
-Oh. Solo era algo que olvidé comer. ¡Ah! Déjame ayudar- Le puse manteca de cacahuete al marido en la cara.
-¿Algo... algo que olvidaste... comer?- Se volvió mas verde que Lola cuando vió a Oswald comerse el pie derecho de Bucky.
-Ajá. Tengo dos. Me comí un bote y estaba guardando este para luego pero supongo que lo olvidé- Le explique- Hmmm, la manteca parece que no esta funcionando... a lo mejor necesitamos zumo...
-Tu tenias… ¿dos?
Me sonrojé. Bueno... no. No me sonrojé. Pero si yo fuera Bella, por todos mis muertos que estaría sonrojado -Lo se, lo se. Soy codicioso- Osea... ¡Ni siquiera me gustan las salchichas! Solo le hice a Edward comprarme una cuando le llevé a su cita con Cindy, porque, de verdad, necesita gastarse su dinero en algo más que no sea en limpiador de pianos...
-¿Qué… Qué esta pasando? ¿Dónde esta la…- El hombre de la cola abrió los ojos y.... ¡Bing! ¡Sonó la comadreja! Quiero decir... sonó el ascensor. Nota para mi mismo: Conseguir esa misteriosa comadreja...
-Vamos cariño... vámonos de aquí...- Dijo la rara mujer verde, dándome una mirada asesina.
-Disfruten la manteca de cacahuete!- Les dije.
¿Qué hago ahora?
No tenia ganas de volver a casa, así que me puse una bata de doctor y dije -¡EMERGENCIA! ¡EMERGENCIA EN LA HABITACION 368! ¡SI, LA DE LA DERECHA EN EL ULTIMO PISO! ¡NECESITARé A TODAS LAS ENFERMERAS! ¡MUEVANSE, ZORRAS, MUEVANSE!
Entonces fui a la sala de enfermeras y jugué con las cosas esas negras que parecen auriculares.
Muy divertido.
Pero me sentía como... como si me hubiera olvidado de algo... ¡MIKE! ¡Tenia que visitarlo! Miré su ficha en el ordenador. Resulta que Mike es más raro de lo que pensaba. El mundo tenía derecho a saberlo. Así que lo imprimí.
¡A la habitación de Mike!
-....y entonces, ¿quÉ crees que se saca del bolsillo? Una salch...
-Ejem- Sonreí amistosamente.
-¡AHHH! ¡Es él!
-No pasa nada mamÁ, él es...
-¿Mamá? ¡¿Eres la madre de Mike?!- Pregunté. Bueno, eso explica por qué estaba verde, Sabiendo la... ‘Condición’ de Mike.
-¡Aahhgg!- gritó Mike, cogiéndose el estomago.
-¡El chico alemán!- Gritó el padre de Mike.
-Estoy confundido- Admití -Y cuando estoy confundido me escondo en la ducha de Bella. Así que… adiós.
Y me fui galopando.
Ahhhh... La dulce ducha de Bella con olor a fresas. Tan relajante... Tan frutal...
-¿QUÉ ESTAS HACIENDO AQUI?
-¡Oh! Hola Charlie- Cerré la botella de champú de Bella -Hmmm, bonito nombre. Chaaarlie. Jeje. ¡Cha-a-arlie!
Se puso furioso- ¡FUERA!
-Oh. ¿Estamos jugando a baseball de ducha? ¡Oooh! ¡Oooh! ¿Puedo ser James? ¿Por favor? ¡Sí! Y la botella de champú puede ser Bella, porque huele bien, y...
-¡¡FUERA DE MI CASA YA MISMO O HAGO QUE TE TRAGUES LA BOTE...
-Edward es stripper- Le dije de pronto.
-¿Qué?
Y me fui corriendo.
Jeje.
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