Robert ya estaba harto de los acosos que sufría por sus locas fans. Él confiesa que ya no puede salir a pasear por las calles de Vancouver, pues las fans están atestando la entrada del hotel dónde se ha alojado. Al haber llegado a tal extremo, Rob decidió que lo mejor sería contratar guardaespaldas, y así lo hizo, ahora tiene a dos fornidos hombres que lo protegen de las fans y le permiten pasar libremente entre ellas.Robert también ha declarado en entrevistas anteriores, que su propia madre cree todo lo que sale de él en las revistas, a pesar de que Rob le ha aclarado las noticias que son verdad y las que no lo son.
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