Capítulo 15

-¿Por qué no?- Grité.
-¡Porque va a morir de hambre!- me gritó Edward.
-Edward han sido cuarenta horas, no cuarenta días.- dijo Bella fríamente. (Aún no lo había perdonado por comprarle un collar de valor incalculable y haber ido y venido de Denali cuando estaba siendo ‘Nora’. Edward lo descubrió todo cuando ‘Nora’ empezó a pedir ser transformada.)
-Y aunque fueran cuarenta días- Razone- Jesús lo hizo. ¿Por qué no Bella?- Chúpate eso. He leído la biblia... bueno... Vi una serie para niños sobre la iglesia... Vale, vale... Solo vi el primer capitulo.
-¡Ya esta bien Emmett!- Gritó Bucky. Estaba asustado de que me clavara su cuerno, se le veía muy enfadado- Bella no va ha hacer un ayuno de 40 días y se acabó- Se dio la vuelta y le sonaron los cascos. Se dio cuenta de que los llevaba y se los arrancó- ¡Deja de ponernos cascos!
Puse mala cara- Bella si que quiere ayunar. ¡Piensa en Punjab!
-¡Eso!- Bella dio una patada en el suelo- Espera. ¿Quién es Punjab?
-Mi niño africano apadrinado imaginario- Le dije- El niño al que tienes que salvar haciendo el ayuno de 40 días- ¡Por Dios!
-¿Punjab?
-Sí. Punjab. Siempre que te sientas hambrienta, Bella, solo piensa en el pobre Punjab. Sentándose en el suelo... con una camiseta prestada... Con solo un montón de palos como compañía...- Sollocé.
-Pobre Punjab...- susurró Bella tristemente.
-¡NI SI QUIERA EXISTE!- gritó Edward.

-¡Eso no es lo que importa!- dijo Bella- Y ahora, Edward. Voy ha hacer el ayuno por dos razones... Primero...
Ayude levantando la cantidad de dedos precisa.
-Emmett, estas levantando cuatro dedos, solo tienes que levantar uno.

Los corregí. Nunca fui bueno en matemáticas...
-Y ahora levantas siete. Vale, da igual. Primero, lo hago por Punjab...
Cogí un megáfono y le grite a Edward al oído... -¡PUNJAB! ¡PUNJAB! ¡PUNJAB!
-Segundo...
-Una parte de él se muere por beber mi sangre- Continué.
-¡EMMETT!- Gritaron los dos- ¡¿Nos has espiado?!
-Depende de lo que quieras decir con espiar.- Si se refiere a poner un micrófono y una cámara en la habitación de Bella para que pueda oírla hablando consigo misma... Entonces sí. Pero en mi defensa... también quería oír como decía mi nombre en sueños.
Nunca lo hizo.
¿Favoritismo? Eso creo.
-¡SEGUNDO!- gritó Bella- Porque quiero demostrarle a Edward que no soy un tan frágil como parezco.
-Pero lo eres.- Le dije, rompiéndole un brazo para demostrarlo.
-¡AUCH!- Gritó.
-¡EMMETT!- Edward me tiró por la ventana.
Weeee....
Bien. Ahora tengo una excusa para ir al hospital con Bella. Brillante.
-Auch... Ooo... Auch... Ow ow ow... Oooo...
-Bella, eso suena un poco pervertido.
-Cállate.- murmuró. -Debería demandarte.

-¡Deberías!- dijo Edward- ¡Por favor hazlo! ¿Lo harás? ¿Por favor?
-No. No lo haré.
-¿Por queee?- gimoteó Edward- ¿Es porque tendrías que ir a los tribunales? ¡Yo te llevo!
-No. Solo es porque soy demasiado buena- murmuró Bella.
-Aww, gracias hermanita- Le dije pegándole en el brazo roto.
-¡AUCH!
Je je.
-Voy por un café, Bella- dijo Edward malhumorado.
-Pero tu no bebes... Bueno. Al menos te tengo a tí Carlisle- Se encogió de hombros- Y a tí Emmett.
-Voy por mas yeso- dijo Carlisle yéndose de la habitación.
-¿Te importa que me vaya Bella?- Como si me importara. Soy el que le ha roto el brazo, por todos los unicornios.
-¡No!- gritó Bella- ¡Si que me importa! ¡Será mejor que no me dejes sola! ¡EMMETT! ¡EMMETT!
-Puedes gritar hasta que los unicornios te visiten, Bella, pero me voy... ¡YA!
Es la hora del... ¡ASCENSOR!
¡Bieeeeen!
-Unibuena unimañana- Salude al bebe de la esquina.
-Gugu gaga.
-Claaarooo...- Hay gente muy rara.
8. Pregunta, "¿Has sentido eso?".
-¡Hey! ¡Unibebe!
-¿Gu gu ga?
-¿Has sentido... Eso?
-Gu.
-Ya. Yo tampoco- No me ha salido demasiado bien.
-Ga ga gu gu- Empezó a chuparse el dedo.
-¿Sabe bien?”¿
Extendió la mano para que lo probara.
Era extrañamente delicioso chuparle el dedo.
Sabía como a puré de guisantes y plátano.
¿Quieres venir a mi casa?
-Ga.
-Tranquilo, yo te llevo.
-Ga.
Lo puse dentro de mi mochila- ¡Espera, eso no estaba aquí hace un minuto! Bueno, que mas da.
Nos encontramos con Bucky y Cindy en la puerta principal.
-¿Que llevas en la mochila, Emmett?
-Un amigo.
Se miraron el uno al otro y Edward murmuro ‘un unicornio imaginario’.
Ha ha. Si solo supieran.
-¡Perdonen! Oh... Dios... ¿Han visto a mi bebe?- Una mujer sin cuerno en la frente vino corriendo hacia nosotros- Tiene el pelo rubio... Y lleva un jersey rojo...
-¿Tiene los ojos azules, dice mucho ‘ga ga gu gu’ y unas botas verdes?
-¡SÍ!- gritó sonriente.
-Lo siento. No lo he visto.