Capítulo 6

-¿Puedo coger una?
-No.
-¿Solo media?
Edward negó con la cabeza- No, Bella. Esas gominolas están infectadas con la estupidez de Emmett, podrías infectarte. Y, realmente, no quiero que eso pase.
Bella hizo un mohín- Pero me gustan mucho los ositos de gominola...
-¡Sí! ¡Sí! ¡Siga hacia atrás!-Le grité al conductor del camión- ¡Déjalas ahí fuera! Esas ricas gominolas... mmm...
Bella gimió.
-Suenas como Cindy-Le dije- Es el unicornio mas patético...- Edward me pegó.
-¡Sniff! Pero si yo solo...
-¡NO!- Gritó Edward- ¿Emmett, es realmente necesario comprar todo esto? Ni siquiera nos las comeremos...
-¿Haría yo algo estúpido y sin motivo?- le pregunte dulcemente.
-Sí. Todo el tiempo.
Fruncí el ceño.- Hey, Bella. Mira esto... -Cogí un osito rojo y lo lamí- ¡Mmm!
-Osito... Osito... Osito de gominola.
Edward despertó a Bella de su trance- Vamos a comprarte un delicioso apio, Bella...
Vale. Hasta ahora había recibido 3000 ositos de gominola. Eso es un cuarto de los 6000 que pedí... Creo... Cuando el resto de gominolas lleguen iniciaré mi ascenso a la montaña.
Y entonces se me ocurrió. Obviamente esto es otra prueba mandada desde Unicorlandia. Así que, no será fácil. No tenía ni idea de qué podía esperar en este viaje. ¿Ratas? ¿Gripe española? ¿Un gorila? No tengo ni idea. ‘¡Tengo que equiparme!’ pensé para mi mismo.
Así que me fuí a la tienda Newton’s Olympic de artículos de ¡montaña!
He he. El timbre de la puerta hace un ruido divertido. Ding... ding ding... ¡dingdingdingdingding! He he he. Ya se… Ding ding ding. Ding ding ding. Ding ding all the way! Ding ding ding, it is to ride, in a ding ding ding ding sleigh! Hey!
-Cough cough. Puedo ayudarle señ... Oh No.
-¡Oh sí!- Canté, mirando a Mike. Sonreí amablemente. Él se puso un poco pálido.
-C-como pu-pu-puedo...
Miré mi reloj- Un día después...
-Ayu-ayudarle señ-señ
Le sonreí burlonamente- Señor.
-Bien. Voy a necesitar botas de montaña, un paraguas, repelente de ratas, inyecciones de la gripe, manteca de cacahuete, spray de rinoceronte, un ordenador portátil…- lo fui contando todo con los dedos- ...y algunas de tus uñas cortadas- He he. Rose me estaba leyendo un libro sobre vudú.
-Perdón. ¿Mis qué?
-Uñas cortadas.
-No tenemos manteca de cacahuete.
-¿Tenías manteca de cacahuete en tu desayuno esta mañana?
-Sí.
-Entonces necesito un hacha...