-¡Gracias Mikey! ¡No olvidaré esto!
-Yo tampoco- Susurro Mike cuando cerraban las puertas de la ambulancia.
Tonto Mike. Nunca asumas que Emmett Cullen está bromeando. Nunca.
Como sea, ahora la tienda estaba desatendida, era libre de pasear por los pasillos. ¡Siiii! ¡Botas! ¡Tiendas! Espera... ¿dónde esta la manteca de cacahuete? Manteca de cacahuete... ¿pasillo cuatro? Nop. Estúpida tienda. ¿Qué clase de tienda no tiene manteca de cacahuete?
Ah, bueno. No importa. Hora de intentarlo en el supermercado.
Después de deslizarme en las maquinas de deslizantes de la diversión (carritos de compra) Recordé por qué estaba aquí. ¿Para comprar mermelada?
No. No era eso.
¿Manteca de cacahuete?
Eso era. Así que le pregunté al dependiente de ese pasillo: -
-Yo tampoco- Susurro Mike cuando cerraban las puertas de la ambulancia.
Tonto Mike. Nunca asumas que Emmett Cullen está bromeando. Nunca.
Como sea, ahora la tienda estaba desatendida, era libre de pasear por los pasillos. ¡Siiii! ¡Botas! ¡Tiendas! Espera... ¿dónde esta la manteca de cacahuete? Manteca de cacahuete... ¿pasillo cuatro? Nop. Estúpida tienda. ¿Qué clase de tienda no tiene manteca de cacahuete?
Ah, bueno. No importa. Hora de intentarlo en el supermercado.
Después de deslizarme en las maquinas de deslizantes de la diversión (carritos de compra) Recordé por qué estaba aquí. ¿Para comprar mermelada?
No. No era eso.
¿Manteca de cacahuete?
Eso era. Así que le pregunté al dependiente de ese pasillo: -
Donde esta la mantea de... Ay, lo siento. No sé tu nombre...- como si me importara.
-Charlie.
¡OMAAUDDVPF!!!! (Oh mis alucinantes amigos unicornios de la diversión, verdad, paz y felicidad)
-¡Chaaaaaaarlie!
-Sí. Como te he dicho ese es mi nombre.
-¡Chaaaaaaaarlie!
-Sí ¿Qué?
-¡Chaaaaaaaaaaaaarlie!
-¿¡QUE!?
-Estamos en el supermercado, Charlie.
-Oh. Sí. Supongo que sí. ¿Puedo ayudarle en algo?
-¿Chaaaarlie?
-Sí...
-¿Dónde esta tu cuerno, Chaarlie?
-¿Mi qué?
-¡Tu cuerno, Chaaarlie!
-Um. Yo... Yo no tengo un… Un cuerno.
-¿Chaaarlie?”
-Oye, puedo ayudarte con algo o solo vas a...
-Dime cómo ir a Candy Mountain, Chaaaarlie.
Ha ha. Lo tengo en el punto de mira. Esta era la prueba definitiva.
-Ummm, doblando la esquina, lo mas lejos de mí que sea posible.
-¡HA!- Grité saltando arriba y abajo- ¡NO ERES CHARLIE EL UNICORNIO DESPUÉS DE TODO! ¡ERES UN IMPOSTOR! ¡¡IMPOSTOR!!- Cogí la cosa que hace que tu voz suene mas alta al ver que había mas gente en el supermercado mirándome. Pero en vez de decir 'Ann, Limpieza en el pasillo tres. Repito, limpieza en el pasillo tres.' Grité lo más fuerte que pude...- ¡SEÑORAS Y UNICORNIOS! ¡EL HOMBRE QUE ESTÁ DETRAS DE MÍ, NO ES CHARLIE EL UNICORNIO! ¡ÉL ES UN IMPOSTOR! Eso es todo.
Luego fui al pasillo de la manteca de cacahuete.
Crujiente o espesa. Crujiente o espesa. ¿Qué harían los unicornios? Bucky bufaría. Lola cogería el que estuviera en el estante de más abajo y Cindy se pondría a llorar y a sollozar sobre querer ser un unicornio vampírico. Tonta Cindy.
Me decidí por la crujiente. Porque la crujiente es... bueno. Para ser honestos, no sé por qué demonios cogí la crujiente. Llamémoslo intuición unicórnica.
Como sea, cuando volví a casa pude oír a Bella (alias Cindy) teniendo la conversación de siempre con Edward (alias Bucky).
-¡Por favor! ¡Edward! ¡Tienes que cambiarme! ¡Por favor!
-Edward, de Verdad, deberías cambiarle el pañal a Bella. Tiene que estar incomoda ahora mismo- Razoné calmadamente antes de salir a ser el primero en escalar Candy Mountain.
Pero había alguien más ahí fuera.
-Hola, Emmett. Demasiado tarde. Candy mountain ya ha sido conquistada.
-Charlie.
¡OMAAUDDVPF!!!! (Oh mis alucinantes amigos unicornios de la diversión, verdad, paz y felicidad)
-¡Chaaaaaaarlie!
-Sí. Como te he dicho ese es mi nombre.
-¡Chaaaaaaaarlie!
-Sí ¿Qué?
-¡Chaaaaaaaaaaaaarlie!
-¿¡QUE!?
-Estamos en el supermercado, Charlie.
-Oh. Sí. Supongo que sí. ¿Puedo ayudarle en algo?
-¿Chaaaarlie?
-Sí...
-¿Dónde esta tu cuerno, Chaarlie?
-¿Mi qué?
-¡Tu cuerno, Chaaarlie!
-Um. Yo... Yo no tengo un… Un cuerno.
-¿Chaaarlie?”
-Oye, puedo ayudarte con algo o solo vas a...
-Dime cómo ir a Candy Mountain, Chaaaarlie.
Ha ha. Lo tengo en el punto de mira. Esta era la prueba definitiva.
-Ummm, doblando la esquina, lo mas lejos de mí que sea posible.
-¡HA!- Grité saltando arriba y abajo- ¡NO ERES CHARLIE EL UNICORNIO DESPUÉS DE TODO! ¡ERES UN IMPOSTOR! ¡¡IMPOSTOR!!- Cogí la cosa que hace que tu voz suene mas alta al ver que había mas gente en el supermercado mirándome. Pero en vez de decir 'Ann, Limpieza en el pasillo tres. Repito, limpieza en el pasillo tres.' Grité lo más fuerte que pude...- ¡SEÑORAS Y UNICORNIOS! ¡EL HOMBRE QUE ESTÁ DETRAS DE MÍ, NO ES CHARLIE EL UNICORNIO! ¡ÉL ES UN IMPOSTOR! Eso es todo.
Luego fui al pasillo de la manteca de cacahuete.
Crujiente o espesa. Crujiente o espesa. ¿Qué harían los unicornios? Bucky bufaría. Lola cogería el que estuviera en el estante de más abajo y Cindy se pondría a llorar y a sollozar sobre querer ser un unicornio vampírico. Tonta Cindy.
Me decidí por la crujiente. Porque la crujiente es... bueno. Para ser honestos, no sé por qué demonios cogí la crujiente. Llamémoslo intuición unicórnica.
Como sea, cuando volví a casa pude oír a Bella (alias Cindy) teniendo la conversación de siempre con Edward (alias Bucky).
-¡Por favor! ¡Edward! ¡Tienes que cambiarme! ¡Por favor!
-Edward, de Verdad, deberías cambiarle el pañal a Bella. Tiene que estar incomoda ahora mismo- Razoné calmadamente antes de salir a ser el primero en escalar Candy Mountain.
Pero había alguien más ahí fuera.
-Hola, Emmett. Demasiado tarde. Candy mountain ya ha sido conquistada.
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