“La realidad te puede sorprender”
Escuche como se abría la perilla y las risitas de Alice se intensificaron. Rápida y cuidadosamente cerré la puerta del armario y me recargue sobre ella. Hannah no paraba de reír y tuve que callarla unas seis veces.
- ¿Escuchaste eso? –murmuro Jasper. Yo rápidamente mire a Hannah, ella se tapo la boca con su mano y me miro asustada.
- Calla vampirito, que hoy te vas a divertir –río y después se escucho un gran estruendo.
- Alice, acabamos de comprar el tocador –dijo Jasper reprobatoriamente. Mi tía solamente río.
- Comprare otro, ahora ya te dije que te calles, y no me intentes distraer, que no servirá de nada –le contesto Alice y se escucho un suspiro por parte de el.
No podíamos ver nada, así que todo estaba a cargo de nuestra imaginación. Yo tenía un cuaderno y una pluma, y escribía mis apuntes de sobre lo que estaban asiendo –o lo que yo creía que hacían- igual que Hannah.
- ¿Tu crees que...? –me pregunto mi mejor amiga con cara de asco. Yo reí discretamente y moví la cabeza, diciéndole un no silencioso.
- ¿entonces? –pregunto, y yo le toque la cara, diciéndole lo que yo creía que estaban haciendo. Pero de repente Jasper empezó a gemir y Alice río, y mis pensamientos cambiaron. Hannah se movió, quitando mi mano de su cara y haciendo cara de asco.
- Si Jasper, así… –decía Alice una y otra vez. Sus murmullos tenían un tono de satisfacción. Volví a mirar a Hannah y ella se puso roja como un tomate, y río nerviosamente. Mientras que yo, sentada contra la puerta del armario, estaba en shock.
Alimentaba mi imaginación insanamente y agradecí que mi padre se fuera a la cabaña, puesto que me mataría si pudiera ver lo que estoy pensando. No sabia que pensar, no sabia que imaginarme.
No se por que no lograba imaginarme a mis tíos ex-no-pervertidos (¿o la pervertida era yo?) haciendo cosas. Es obvio que ellos las hacen, tal vez no son humanos, pero el es un hombre y una mujer. Pero por una extraña razón no podía imaginármelos. Tal vez será por la seriedad de Jasper o por la inocencia de Alice –la inocencia y la seriedad que yo pensé que tenían.
- Alice –gimió mi tío y yo me imagine un mundo de cosas. Su gemido salio con voz molesta.
- Cállate –ordeno ella y Jasper suspiro.
Yo simplemente no podía seguir alimentando mi imaginación de esta manera, tenia que ver que estaba pasando. Toque a Hannah en la cara y le mostré mi plan, ella dijo un si con la cabeza y después, abrí la puerta lentamente, solamente dejando una pequeña rendija de luz para observar el cuarto. Y valla escenita que me contre:
El cuarto estaba trasformado en una pasarela, -o algo por el estilo- y Jasper caminaba con ropa de mujer por todo el pasillo. Alice estaba sentada sobre una silla al final de este, y tenia una cara de satisfacción y maldad en su cara.
- Alice… -gimió de nuevo el. Y entonces comprendí que los gemidos no eran mas que de molestia- por favor no quiero hacer esto otra vez…
- Ya te dije que te callaras –ordeno- que yo si quiero –mostró su dentadura brillando, en una sonrisa deslumbrante.
Jasper suspiro de nuevo y dio vuelta, caminando de regreso. Se cambio a velocidad vampirica con un conjunto de ropa que estaba en un perchero al final del pasillo y volvió a empezar. Así pasaron cuarenta y cinco lentos y asquerosos minutos. Al principio fue divertido, para que negarlo, ver a mi tío vestido con una falda de mezclilla, una blusa roja ceñida a su musculoso cuerpo, unas botas de vaquero y un sombrero a juego era para hacerse pis de la risa. Pero después, fue monótono.
Hannah se quedo dormida sobre un montón de ropa que decía: “ropa ya usada, quemar” mientras que yo tenia que estar vigilando a que ellos terminaran con sus jueguitos y también tenia que vigilar que no nos descubrieran.
Cuando se fueron -¡al fin!- moví a mi mejor amiga cuidadosamente, despertándola de un sueño agitado.
- ¡no! ¡Soy inocente! –musito, y yo me eche a reír.
- Si Hannah, eres inocente –dije de manera sarcásticamente- Alice y Jasper ya se fueron, podemos salir –me sonrío y se paro. Se estiro y a agarro su libreta de apuntes y su pluma.
- ¿lista? –pregunte. Ella movió su cabeza de arriba a bajo, asintiendo. Abrí lentamente toda la puerta y salimos de aquella extraña habitación. Caminamos por el gran pasillo que nos llevaba hacia las escaleras. Subimos con pasos ligeros y hábiles y después, entramos al cuarto de mis padres.
En cuando entre salte a la cama y me acosté. Estaba muy cansada, no había dormido nada anoche. Hannah imito mi movimiento y se acurruco a mi lado. Tome una sabana y me tape con ella. Hannah era un horno, así que ella no necesito nada.
Estaba quedándome dormida cuando ella hablo:
- ¿Nessie? –pregunto, podía jurar que tenia los ojos cerrados y estaba medio inconciente.
- ¿Mmm...? –murmure, estaba mas muerta que viva.
- Jamás podré mirar a Jasper a la cara sin reírme.
- Yo tampoco.
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